Como en otros mundos de fantasía, en el de Aevirae podréis encontrar Genios que no se les llama así por sus facultades sino por la mala hostia que se gastan. Son criaturas elementales de gran poder que siempre están de lunes y lo único que les alegra el día es poder reirse de las criaturas que ellos consideran inferiores (es decir, cualquiera). En este caso tenemos a un Djinn, genio de aire, y a un Ifrit, genio de fuego.

Mucho tiempo atrás, cuando los brujos descubrieron los increíbles poderes de los Djinni en su plano de aire decidieron esclavizarlos, y la única manera que encontraron fue la de atraerlos y atarlos a un objeto del mundo de los brujos. Estos objetos solían ser anillos y broches que suponían una prisión para el genio, al que lograron mantener cautivo hasta otorgar 3 deseos (que era lo máximo que aguantaba uno de estos objetos en contener a los Djinni). Pero los brujos ignoraban la enormidad de su estupidez y fue cuando forzaron a estos ladinos hijos de puta a cumplir sus deseos cuando se dieron cuenta de que era mejor meter las manos en manteca... Un deseo tan simple como "quiero ser rico" era fácilmente interpretado como "quiero ser un rico aderezo para la sangrienta cena del poblado orcolari". Otro clásico "quiero ser inmortal", al no especificar lo suficiente, se consideraba fácilmente como una petición de ser convertido en zombi.
Los Djinni acabaron pasándoselo tan bien, que intentaban llevarse siempre souvenirs para poder volver a la dimensión de Enor a seguir dando por culo en vacaciones o para enviar a los jóvenes como instrucción, como "genios en prácticas".

De los Ifrit no diré mucho más que adoran quemar el sofá, comerse las plantas y dormir durante horas sobre objetos mágicos.