Versión antigua de Soth (o Soth 3.2)

[continúa de Relato -parte02-]

Aevirae, nuestra ladrona, ya libre de la presa del golem, habla con el joven mediano con familiaridad. Al parecer son amigos y establecen relaciones comerciales.
-¿Y bien? -comienza Soth-. ¿Qué necesitas esta vez? Te advierto que si quieres recargar los objetos mágicos...
-Si así fuera no habría venido por la puerta de atrás.
-Aunque así fuera lo habrías intentado igualmente, como siempre. ¿No te cansas de acabar siempre en alguna de mis trampas? -dijo el mago mientras reiniciaba el golem, al parecer, con su función de puerta vigilante.
-Te equivocas, alguna que otra vez me he visto expulsada mágicamente al patio a tiempo para jugar con tus perros. Pero ¿qué quieres que le haga? Es mi pasatiempo favorito y ten por seguro que algún día lo conseguiré. Tu casa es la única que supone un reto para mí y cada vez que lo intento resulta más interesante.
-Reconozco que a mí también me resulta interesante idear nuevas trampas; y veo que funcionan. Y también funcionan los juguetitos que te alquilo. Devuélveme el planeador, por cierto, lo necesita un cliente.
-Ya -dijo la ladrona con evidente resquemor mientras dejaba el artefacto en el suelo-. Lo del golem lo tenía controlado, pero no entiendo cómo has llegado tan pronto si atranqué el único acceso. ¿Usas círculos de teleportación?
-Que tú no los veas no significa que no haya, Aevirae. Si fueses elfa seguramente los habrías detectado más fácilmente. Por cierto, eso me recuerda que me ha llegado este artefacto nuevo. Quizás te interese -dijo mientras le acercaba unos extraños anteojos tipo steampunk.
-¿De qué se trata? -dijo Aevirae mientras inspeccionaba y se los ponía.
-Son gafas de visión élfica. Podrás ver el aura de las personas y los seres vivos, e incluso ver tenuemente algunas corrientes de urdimbre mágica, tal como lo hace un elfo.
-¿Y cómo sabe quien lo hizo que así es como ve un elfo? -preguntó excéptica la ladrona-. Si fue un elfo no notaría diferencia y si no lo fue, ¿cómo podía saber que su invento funciona?
-Porque había sido elfo. Lo que sucede es que perdió su condición élfica al intentar fusionar su cuerpo con un mandril alado en un experimento, supongo que le costó adaptarse sin su antigua vista.
-Déjalo -devolvió las gafas con más excepticismo-. No me fio de los inventos de alguien que intenta mutar su cuerpo con simios voladores.
-Ahí le has dado.
-De todas formas no me parece justo -prosiguió la ladrona.
-¿El qué?
-Que los elfos tienen la capacidad de ver muy lejos y vislumbrar la energía de los seres vivos; los enanos distinguen las variaciones térmicas y poséen un gran sentido del espacio; incluso vosotros, los mediometro, poseéis un olfato muy fino y sois capaces de detectar el peligro o el miedo. Nosotros los humanos no tenemos nada de especial... Así que supongo que por eso nuestro ingenio es mayor -dijo con una sonrisa pícara.
-No, los del ingenio superior son los gnomos, si es que se le puede llamar ingenio. Pero Aevirae, créeme: muchos elfos, enanos, gnomos o medianos querríamos tener unos sentidos tan agudos como los tuyos. De hecho no sé cuándo has logrado robarme el pergamino de arenas movedizas que tienes detrás de ti...
-Jajaja, tú si que eres agudo, amigo. Sólo estaba recuperando el material invertido en esta pequeña incursión a tu palacio. No te creas que me sale gratis llegar hasta aquí...
-Si vinieras como un cliente normal te saldría más barato... a ti y a mí.
-No podía, Soth. Tengo prisa.
-¿Y eso? ¿Tienes trabajo justo ahora? ¿Asesinato o hurto?
-Hurto -dijo Aevirae mientras seleccionaba un par de objetos mágicos, saquitos y pergaminos de las estanterías-. Voy a la mansión Valthiëca.
Soth quedó conmocionado.
-¿Estás loca? Esa mansión tiene mucho más que defensas mágicas. Nadie se ha atrevido a poner un pie allí, al menos intentarlo desde hace años. Siempre está muy vigilada.
-Hoy lo estará más -dijo sonriendo maliciosamente Aevirae.
-¿No querrás decir que...? ¡¡Les has avisado!! Hoy paga antes de irte...

[continuará]